jueves, octubre 20, 2005

mientras tanto…

Tras pasar una mañana estupenda, ahora me quedo quieta en la casa. El aire me abruma demasiado y la mezcla de tantos olores, en ocasiones hace que no pueda controlar mi apetito. Caras extrañas todo el tiempo, corren, se acercan y se van; no me da tiempo ni a registradlas en mi mente, todo va tan rápido…

Puedo pensar, pero en ocasiones no puedo expresar.

Me miro, me siento extraña; van cambiando mis rasgos, ya no son los que tenía, ahora se parecen a los de los viandantes de la calle; aquellos que yo no puedo identificar. Mi tez se ha vuelto blanca y solo sobresaltan mis mejillas rosadas.

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Ahora tengo cerveza en mis manos, siempre hay cerveza en mis manos; me miras y tú la acercas a mi; ¿y quién eres?, no hay palabras, no hay expresiones, ni gritos, ni alboroto; tan solo una fría cerveza.
Cierro mis ojos y recuerdo el fondo del vaso, de aquel vaso que contenía pulpa; pulpa de ese licor sin sabor que hace que mi garganta sienta dolor; recuerdo lo que me haces sentir, dolor; tú eres la pulpa, queda y es intensa. Ahora me sumerjo dentro, y noto el olor intenso, me envuelve.

Mis manos están sobre mi cara, intento despejarme y no pensar, ni llorar, ni hacer nada. Solo quiero quedarme quieta, sin sentir, no quiero tener expresión, ni rostro, ni nada que me reconozca.

jueves, octubre 06, 2005

Gris

Gris, gris es el color que predomina aquí. Miro por la ventana y observo las pequeñas casitas de tres alturas y de piedra color oscuro, aunque me alegra el carmín de mis geranios… me hace añorar algunas cosas.

Curiosidad ahora todo es curiosidad, no conocer nada y querer saberlo todo. Tantas preguntas me hago y veo que ya nada es igual. Ahora soy una muñequita que se la llevaron de su casa de muñecas para estar el la ciudad más gris del mundo.

Mis ropas desentonan con el ambiente, colorines siempre puestos; necesito llevar colores, necesito ser la nota de color de este lugar tan triste, todo esta teñido de negro, de un negro entumecido, de capas y capas de lluvia, de años tras años… y ¿porque no saldrá el sol?, ¿porque yo estoy aquí?

Ahora hay que acostumbrarse a todo, y todos los principios son duros. Intentar ver lo positivo donde no lo haya y ser consecuente con mis actos, realmente nadie me ha empujado a venir, si estoy aquí es porque yo quise. Pero hay cosas que no se pueden evitar y el echar de menos algunas personas el lo más normal.